Las parejas en muchas ocaciones usan la habitacion como lugar de enfermedad, de fracaso y de penas. Llegamos a la habitacion como si fuera un lugar de derrota y no solo eso.. En ocaciones lo usamos como un campo de batallas.
Nuestra habitacion tiene que ser un lugar diferente: Es el lugar donde encontramos la intimidad con nuestra pareja, la koinonia y el climax de nuestra existencia. Es donde somos uno mas que en todas partes.
La habitacion o recamara matrimonial es el altar del hogar. Donde se une o se destruye todo lo que se construye. Es donde se fortalece la familia y donde se crean los lazos que han de unir nuestra relacion para siempre.
Ese cuarto es un lugar donde la luz se enciende y no se apaga.Pero...
Como mantener la llama de la union encendida bajo las sabanas?
Es que la costumbre y el tedio nos arropan mas alla de lo que pensamos?
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